
IDENTIDAD Y VOCACIÓN
Los dos factores cruciales en el logro de la identidad personal son:
§ Experimentar distintas crisis en la elección de alternativas vitales.
§ Llegar, finalmente a un compromiso, una inversión de sí mismo en esas elecciones.
Erikson dice que "en ninguna otra fase del ciclo vital se encuentra tan relacionadas de manera cercana las presiones para encontrarse uno mismo y la amenaza de perderse". Tener un sentido de identidad es tener un sentimiento de estar en casa dentro del propio cuerpo, un sentimiento de saber hacia dónde se va, y una seguridad interna del reconocimiento anticipado de aquellos que cuentan".
La tarea principal de la persona es la de establecer una identidad significativa. Ahora más que nunca, no existe un marco duradero de referencia y no hay un solo conjunto de valores mediante los cuales el estudiante pueda darle un sentido a su vida, a su opción profesional y al mundo en el que vive.
Para que una persona pueda elaborar su proyecto de vida deben estar presentes los siguientes aspectos:
· Coherencia personal de la integración individual.
· La ideología de la época en la que vive esta persona.
· Su historia de vida en función de una realidad socio histórica.
El logro de una identidad supone la auto-percepción constante frente a situaciones de cambio, la integración de comportamientos y sentimientos diversos en relación con los diversos roles que le toca jugar. Supone que uno sigue siendo la misma persona frente a las distintas situaciones que enfrenta y que exigen de la persona comportamientos disímiles.
La identidad ocupacional está definida por la auto-percepción en relación con la posible inserción del sujeto en el mundo laboral. Un proyecto de vida requiere la elaboración y consolidación de una identidad ocupacional. Forma parte de la maduración afectiva e intelectual.El auto-concepto o autobservación va a ser determinante para la elección de una carrera. Las percepciones de sí mismo van a expresarse en términos de intereses, aptitudes, aceptaciones y rechazos.
Para Bandura las "creencias acerca de la autoeficacia" son guías importantes sobre el funcionamiento psicosocial de las personas. Estas expectativas se entienden como los juicios que las personas formulan acerca de sus capacidades para organizar e implementar acciones posibles en relación con el logro de determinadas metas. Estas expectativas ayudan a determinar si una acción va a iniciarse y mantenerse o no. También ejercen una fuerte influencia acerca de los resultados posibles de la acción que se va a ejecutar, los incentivos, y el apoyo que brinde el entorno.
La autoeficacia forma parte de la autoestima. Por eso para que una persona tome una decisión vocacional es necesario que:
§ La persona se autoperciba como eficaz en alguna área de trabajo.
§ El logro de las expectativas de autoeficacia está muy relacionado con:
· buenas experiencias de aprendizaje,
· incentivos,
· habilidades especificas para obtener y procesar información para la toma de decisiones,
· soporte afectivo,
· conflictos afectivos resueltos, y
· potencialidades (dispositivo genético básico).
Las experiencias de aprendizaje deben ser tanto de tipo activo (a través de las cuales la persona aprende a establecer relaciones entre acontecimientos), como de tipo instrumental (mediante las cuales opera sobre el medio y se enfrenta con los resultados de sus acciones).
El clima social en el que se vive, así como los modelos de roles a los que el sujeto se enfrenta ejercen una enorme influencia en la construcción de las expectativas de la autoeficacia.
Las personas serán capaces de plantearse preferencias y rechazos en la medida en que hayan sido reforzados positivamente en sus acciones exitosas. Es importante resaltar el efecto de las influencias negativas, es poco probable que se pueda valorar el trabajo y el estudio si el contexto en el que la persona vive sus experiencias cotidianas no da significado a esas accione como valiosas.
Los criterios de éxito-fracaso, así como lo referido a lo que es positivo o negativo, estén íntimamente relacionados con el sistema de valores vigente en los contextos socioculturales próximos y distantes.
PERSONALIDAD Y VOCACIÓN
Según John Holland (1959) la elección ocupacional está muy relacionada con las características de personalidad. Este autor intenta implementar estilos personales en el contexto de diversos ámbitos laborales. Plantea que las personas proyectan sus autopercepciones así como sus visiones de mundo al hacer una elección vocacional.
Los dos factores cruciales en el logro de la identidad personal son:
§ Experimentar distintas crisis en la elección de alternativas vitales.
§ Llegar, finalmente a un compromiso, una inversión de sí mismo en esas elecciones.
Erikson dice que "en ninguna otra fase del ciclo vital se encuentra tan relacionadas de manera cercana las presiones para encontrarse uno mismo y la amenaza de perderse". Tener un sentido de identidad es tener un sentimiento de estar en casa dentro del propio cuerpo, un sentimiento de saber hacia dónde se va, y una seguridad interna del reconocimiento anticipado de aquellos que cuentan".
La tarea principal de la persona es la de establecer una identidad significativa. Ahora más que nunca, no existe un marco duradero de referencia y no hay un solo conjunto de valores mediante los cuales el estudiante pueda darle un sentido a su vida, a su opción profesional y al mundo en el que vive.
Para que una persona pueda elaborar su proyecto de vida deben estar presentes los siguientes aspectos:
· Coherencia personal de la integración individual.
· La ideología de la época en la que vive esta persona.
· Su historia de vida en función de una realidad socio histórica.
El logro de una identidad supone la auto-percepción constante frente a situaciones de cambio, la integración de comportamientos y sentimientos diversos en relación con los diversos roles que le toca jugar. Supone que uno sigue siendo la misma persona frente a las distintas situaciones que enfrenta y que exigen de la persona comportamientos disímiles.
La identidad ocupacional está definida por la auto-percepción en relación con la posible inserción del sujeto en el mundo laboral. Un proyecto de vida requiere la elaboración y consolidación de una identidad ocupacional. Forma parte de la maduración afectiva e intelectual.El auto-concepto o autobservación va a ser determinante para la elección de una carrera. Las percepciones de sí mismo van a expresarse en términos de intereses, aptitudes, aceptaciones y rechazos.
Para Bandura las "creencias acerca de la autoeficacia" son guías importantes sobre el funcionamiento psicosocial de las personas. Estas expectativas se entienden como los juicios que las personas formulan acerca de sus capacidades para organizar e implementar acciones posibles en relación con el logro de determinadas metas. Estas expectativas ayudan a determinar si una acción va a iniciarse y mantenerse o no. También ejercen una fuerte influencia acerca de los resultados posibles de la acción que se va a ejecutar, los incentivos, y el apoyo que brinde el entorno.
La autoeficacia forma parte de la autoestima. Por eso para que una persona tome una decisión vocacional es necesario que:
§ La persona se autoperciba como eficaz en alguna área de trabajo.
§ El logro de las expectativas de autoeficacia está muy relacionado con:
· buenas experiencias de aprendizaje,
· incentivos,
· habilidades especificas para obtener y procesar información para la toma de decisiones,
· soporte afectivo,
· conflictos afectivos resueltos, y
· potencialidades (dispositivo genético básico).
Las experiencias de aprendizaje deben ser tanto de tipo activo (a través de las cuales la persona aprende a establecer relaciones entre acontecimientos), como de tipo instrumental (mediante las cuales opera sobre el medio y se enfrenta con los resultados de sus acciones).
El clima social en el que se vive, así como los modelos de roles a los que el sujeto se enfrenta ejercen una enorme influencia en la construcción de las expectativas de la autoeficacia.
Las personas serán capaces de plantearse preferencias y rechazos en la medida en que hayan sido reforzados positivamente en sus acciones exitosas. Es importante resaltar el efecto de las influencias negativas, es poco probable que se pueda valorar el trabajo y el estudio si el contexto en el que la persona vive sus experiencias cotidianas no da significado a esas accione como valiosas.
Los criterios de éxito-fracaso, así como lo referido a lo que es positivo o negativo, estén íntimamente relacionados con el sistema de valores vigente en los contextos socioculturales próximos y distantes.
PERSONALIDAD Y VOCACIÓN
Según John Holland (1959) la elección ocupacional está muy relacionada con las características de personalidad. Este autor intenta implementar estilos personales en el contexto de diversos ámbitos laborales. Plantea que las personas proyectan sus autopercepciones así como sus visiones de mundo al hacer una elección vocacional.
LA VOCACIÓN [1]
Como suele suceder, las cosas más importantes de la vida, son difíciles de definir. El concepto de vocación se presta a diversas interpretaciones y por tanto puede provocar confusión. Podemos usar la palabra vocación de diferentes maneras, en diversos niveles, por ejemplo, escuelas "vocacionales"; se dice que alguien tiene "mucha vocación" para algún oficio o profesión; hablamos de "vocación matrimonial o religiosa". ¿De qué estamos hablando?
La vocación, en un sentido profundo, significa un llamado - un camino de vida determinado por una estructura interna de carácter, capaz de brindar no sólo el medio para ganarse la vida, sino también la sensación de estar conectado a un propósito y significado más profundos.
Aún cuando nuestro trabajo sólo se aproxima a lo que es la experiencia de la vocación, puede ser suficiente para sentirnos satisfechos y seguros de estar utilizando nuestros talentos de la manera más constructiva.
En realidad, la palabra VOCACIÓN proviene del latín: VOCARE, que significa llamado. Sentir una vocación equivale a decir que alguien me está llamando. De otra manera no tiene sentido.
LA PROFESIÓN COMO VOCACIÓN DE SERVICIO.
La palabra "profesión" se deriva del latín, con la preposición pro, que significa: delante de, en favor de, en presencia de, en público; y con el verbo fateor, que significa manifestar, declarar, proclamar. De estos vocablos surgen los sustantivos professor, profesor, y professio - profesión, que remiten a la persona que se dedica a cultivar un arte o que realiza el acto de saberse expresar ante los demás.
Con base en ello, puede decirse que la profesión es beneficiosa para quien la ejerce, pero al mismo tiempo, también está dirigida a otros, que igualmente se verán beneficiados. En este sentido, la profesión tiene como finalidad el bien común o el interés público. Es más, nadie es profesional, en primera instancia, para sí mismo, pues toda profesión tiene una dimensión social, de servicio a la comunidad, que se anticipa a la dimensión individual de la profesión, la cual es el beneficio particular que se obtiene de ella.
En tiempos del Imperio romano a las personas que realizaban hazañas a favor de la patria, el pueblo les tributaba gloria imperecedera para su nombre. Estos hombres por otros medios tenían asegurada su subsistencia y no aceptaban dinero como pago a su labor, solamente recibían los "honores" concedidos por su comunidad. La fuerza que los movía era el cumplimiento de sus deberes tanto en relación con los demás como consigo mismos, en aras de contribuir a la prosperidad comunitaria.
En nuestro tiempo, la remuneración o estipendio que se le da al profesional como sueldo periódico recibe el nombre de SALARIO. A la luz de estos elementos, el ejercicio de la profesión significa el actuar principalmente con vistas al bien común y en segundo término como medio para el beneficio personal. El individuo es interdependiente de su sociedad y por eso la realización de todas sus capacidades solo es posible en una sociedad capaz de propiciarlas. Resulta absurdo buscar el propio beneficio, sin importar el beneficio comunitario, porque lo que pase en cualquier colectividad siempre afectara para bien o para mal a todos sus integrantes.
Con claridad meridiana Pericles afirma: “Es más útil para los particulares una ciudad prospera en su conjunto, que otra que disfruta de buena fortuna para muchos de los ciudadanos, pero que esta decaída como totalidad, pues un hombre cuyos asuntos personales marcha bien, no por ello deja de perecer en unión de su ciudad cuando aquella es arruinada, mientras que el desafortunado se salva mucho mejor en una ciudad de próspera fortuna".
Al termino "profesión" debe asociársele la idea de "servicio", pues al hablar de las profesiones, existe una conexión entre la práctica profesional y la vocación que se tenga hacia ella. La palabra "vocación" procede del verbo latino "voco", que significa llamar o convocar. La vocación es el llamado que sentimos en nosotros mismos para profesar un espíritu de servicio en aras del bien universal. En alemán el término "Beruf" tiene el doble significado de "profesión" y "vocación", lo cual remite a una concepción religiosa del trabajo en donde Dios le hace un llamado al hombre para que lo cumpla a través del desarrollo de su profesión.
La conciencia de servicio y responsabilidad social es una misión divina que todo ser humano debe descubrir, como forma de realización en la tierra. La profesión adquiere un carácter sagrado y puro, que se basa en el servicio altruista a la sociedad, para que los demás vivan mejor, el mundo progresa y, en consecuentemente, nosotros también progresemos. El que no vive para servir no ha encontrado su llamado para vivir. Por eso en toda profesión existe un cumplimiento de deberes, dados por designio divino (sentido religioso) y como manifestación del amor al prójimo y servicio a los demás (sentido ético). El predominio de los intereses egoístas, el afán de lucro y la ciega obtención de las utilidades propias de una categoría social, significan la manera de desvirtuar y degenerar la profesión.
[1]http://www.churchforum.org/info/Vocacion/la_vocaci%C3%B3n_evc.htm
Como suele suceder, las cosas más importantes de la vida, son difíciles de definir. El concepto de vocación se presta a diversas interpretaciones y por tanto puede provocar confusión. Podemos usar la palabra vocación de diferentes maneras, en diversos niveles, por ejemplo, escuelas "vocacionales"; se dice que alguien tiene "mucha vocación" para algún oficio o profesión; hablamos de "vocación matrimonial o religiosa". ¿De qué estamos hablando?
La vocación, en un sentido profundo, significa un llamado - un camino de vida determinado por una estructura interna de carácter, capaz de brindar no sólo el medio para ganarse la vida, sino también la sensación de estar conectado a un propósito y significado más profundos.
Aún cuando nuestro trabajo sólo se aproxima a lo que es la experiencia de la vocación, puede ser suficiente para sentirnos satisfechos y seguros de estar utilizando nuestros talentos de la manera más constructiva.
En realidad, la palabra VOCACIÓN proviene del latín: VOCARE, que significa llamado. Sentir una vocación equivale a decir que alguien me está llamando. De otra manera no tiene sentido.
LA PROFESIÓN COMO VOCACIÓN DE SERVICIO.
La palabra "profesión" se deriva del latín, con la preposición pro, que significa: delante de, en favor de, en presencia de, en público; y con el verbo fateor, que significa manifestar, declarar, proclamar. De estos vocablos surgen los sustantivos professor, profesor, y professio - profesión, que remiten a la persona que se dedica a cultivar un arte o que realiza el acto de saberse expresar ante los demás.
Con base en ello, puede decirse que la profesión es beneficiosa para quien la ejerce, pero al mismo tiempo, también está dirigida a otros, que igualmente se verán beneficiados. En este sentido, la profesión tiene como finalidad el bien común o el interés público. Es más, nadie es profesional, en primera instancia, para sí mismo, pues toda profesión tiene una dimensión social, de servicio a la comunidad, que se anticipa a la dimensión individual de la profesión, la cual es el beneficio particular que se obtiene de ella.
En tiempos del Imperio romano a las personas que realizaban hazañas a favor de la patria, el pueblo les tributaba gloria imperecedera para su nombre. Estos hombres por otros medios tenían asegurada su subsistencia y no aceptaban dinero como pago a su labor, solamente recibían los "honores" concedidos por su comunidad. La fuerza que los movía era el cumplimiento de sus deberes tanto en relación con los demás como consigo mismos, en aras de contribuir a la prosperidad comunitaria.
En nuestro tiempo, la remuneración o estipendio que se le da al profesional como sueldo periódico recibe el nombre de SALARIO. A la luz de estos elementos, el ejercicio de la profesión significa el actuar principalmente con vistas al bien común y en segundo término como medio para el beneficio personal. El individuo es interdependiente de su sociedad y por eso la realización de todas sus capacidades solo es posible en una sociedad capaz de propiciarlas. Resulta absurdo buscar el propio beneficio, sin importar el beneficio comunitario, porque lo que pase en cualquier colectividad siempre afectara para bien o para mal a todos sus integrantes.
Con claridad meridiana Pericles afirma: “Es más útil para los particulares una ciudad prospera en su conjunto, que otra que disfruta de buena fortuna para muchos de los ciudadanos, pero que esta decaída como totalidad, pues un hombre cuyos asuntos personales marcha bien, no por ello deja de perecer en unión de su ciudad cuando aquella es arruinada, mientras que el desafortunado se salva mucho mejor en una ciudad de próspera fortuna".
Al termino "profesión" debe asociársele la idea de "servicio", pues al hablar de las profesiones, existe una conexión entre la práctica profesional y la vocación que se tenga hacia ella. La palabra "vocación" procede del verbo latino "voco", que significa llamar o convocar. La vocación es el llamado que sentimos en nosotros mismos para profesar un espíritu de servicio en aras del bien universal. En alemán el término "Beruf" tiene el doble significado de "profesión" y "vocación", lo cual remite a una concepción religiosa del trabajo en donde Dios le hace un llamado al hombre para que lo cumpla a través del desarrollo de su profesión.
La conciencia de servicio y responsabilidad social es una misión divina que todo ser humano debe descubrir, como forma de realización en la tierra. La profesión adquiere un carácter sagrado y puro, que se basa en el servicio altruista a la sociedad, para que los demás vivan mejor, el mundo progresa y, en consecuentemente, nosotros también progresemos. El que no vive para servir no ha encontrado su llamado para vivir. Por eso en toda profesión existe un cumplimiento de deberes, dados por designio divino (sentido religioso) y como manifestación del amor al prójimo y servicio a los demás (sentido ético). El predominio de los intereses egoístas, el afán de lucro y la ciega obtención de las utilidades propias de una categoría social, significan la manera de desvirtuar y degenerar la profesión.
[1]http://www.churchforum.org/info/Vocacion/la_vocaci%C3%B3n_evc.htm
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